lunes, 30 de enero de 2017

Educar con respeto.

Llevo años leyendo la palabra respeto como coletilla de algunos "modelos de".
Concretamente, todos los años que llevo casi sin leer, sin escribir, sin pararme a sentarme tranquilamente para ninguna de las dos cosas por exceso de ocupaciones y cayendo una y otra vez en lo que al final de algunos días me reprocho: mucho y desordenado, fruto de las redes sociales, del no tener tiempo. Y como consecuencia una paradoja, los años que menos he leído y escrito, quizá sean los que más lo haya hecho sin darme cuenta.
Pero hoy me siento después de una reflexión creo que producto de los últimos nueve años. Me siento para escribir por fin que esa coletilla del "con respeto" muchas veces chirría. Espanta. Hace dudar. No encaja.
Es educar con respeto enseñar al prójimo a no interrumpir, y si son tus hijos más. La sociedad lo agradecerá y serán mejor aceptados.
Es educar con respeto enseñar a mantener un orden, un límite de cosas, un tiempo para todo.
Es educar con respeto que no te despierten si descansas, y que aprendan a mantener un volúmen adecuado para no molestar a vecinos y demás.
En resumen, es educar con respeto que aprendan a respetar para ser respetados. Que la impulsividad es maravillosa, pero todo tiene unos límites que el mundo les va a pedir que mantengan.